En la Provincia de Ubaté
LUTO EN EL SECTOR MINERO DE LA PROVINCIA

Tras la fatalidad sufrida a raíz de la explosión de una de las minas en el municipio de Cucunuba y el derrumbe de otra en la población de Lenguazaque, la comunidad, los mineros y la región no salen del asombro y la consternación de perder a sus seres queridos, familiares y amigos.

Desde la fatídica tarde del viernes, donde aún se desconoce las razones por las que se explotó la mina, del sector de Pueblo Viejo, la región ha venido viviendo un luto el cual se fue incrementando minuto a minuto, cuando se adelantaban las gestiones de rescate.

Inicialmente se consideró de un fallecido y varios heridos, pero fue en vano la esperanza guardada pues al final de la tarea de rescate por miembros de las entidades socorristas, se reportaron un total de 13 fallecidos y un herido, quienes duraron en medicina legal de Ubaté, mientras las diligencias de reconocimiento.

El herido, que se encuentra en un centro asistencial, con más que dar gracias a la vida y a Dios la nueva oportunidad, posiblemente recordará a sus compañeros y amigos.

Y aun sin sobreponerse de la grave situación de Cucunuba, un derrumbe en una mina de Lenguazaque, también dejo dos mineros fallecidos, razón por la que el luto seguía como constante en la región y en los trabajadores de los socavones.

Fuerte fue el impacto para todos los trabajadores de una de la labor económica que enmarca a la provincia de Ubaté, para sobrellevar la calamidad que requirió de más de 150 socorristas, en: Salvamento Minero, ingenieros de la Agencia Nacional Minera y funcionarios de la Cruz Roja, Policía Nacional, Ejército Nacional, Gobernación de Cundinamarca y Alcaldía de Cucunubá y otras poblaciones que se unieron al rescate de los mineros.
Ayer en todas las poblaciones de donde eran natales los mineros y donde fueron trasladados sus cuerpos se realizaron las honras fúnebres, no sin antes recordar la tragedia como una de las más numerosas en lo que va corrido del año 2017.

El amigo fiel, esta imagen de quizás algún minero que departía con su mascota a la hora del descanso, el almuerzo o al terminar las largas jornadas, que alguna vez lo vio entrar y hoy espera que de este mismo socavón salga su amo o amigo y lo acompañe. Foto Héctor Garzón.

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